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Pintar la habitación del bebé

Pintar la habitación del bebé

Elegir el color para pintar las paredes de la habitación de tu bebé

parece una cuestión sin importancia, pero puede influir decisivamente en

la personalidad del niño y su desarrollo. Por eso es muy importante

tener en cuenta las sensaciones que transmite cada color y cómo afectan a

nuestro estado emocional.



El blanco es el color de la pureza, la inocencia, nos da paz y

nos ayuda a crear espacios tranquilos y serenos. Es un color que aporta

armonía y luminosidad, aunque en exceso puede ser un tanto frío, y

nuestro bebé necesitará un espacio más cálido y acogedor, por lo que no

es el color más adecuado para su dormitorio.



El marrón es el color de la tierra, de la madera, es un color muy

natural, que da equilibrio y seguridad. Los colores beige, y tostados

son los ideales para el dormitorio del niño, porque son equilibrados y

transmiten tranquilidad y calidez.



El amarillo es el color del sol y de la luz, es un color

enérgico, el color de la felicidad, pero según numerosos estudios es el

color que más hace llorar a los bebés, así que es apropiado para otros

espacios del hogar pero no para el descanso y confortabilidad del recién

nacido.



El rojo es el

color del fuego, la pasión y el amor. Es muy vistoso y excitante, aumenta la presión sanguínea y

acelera el metabolismo. Aumenta el interés y el entusiasmo, así como el

apetito.

Así que un color ideal para el desarrollo de la actividad física y

motriz, para espacios grandes en los que se desarrolle el ejercicio pero

no está indicado para el descanso y la tranquilidad del bebé.



El naranja combina la alegría del amarillo y la calidez del rojo,

es un color muy apropiado para habitaciones infantiles ya que estimula

la mente y nos anima sin generar irritación. Estaría indicado para el

desarrollo infantil a partir de 4-5 años.



El color rosa

es el color de la feminidad, la inocencia, es un color suave y dulce,

el color de los sueños y la fantasía. Por esto es perfecto para crear

ambientes relajantes en habitaciones infantiles.



El color azul transmite profundidad y estabilidad. Es el color

del mar y del cielo, es el que más nos rodea, calma la mente y facilita

la concentración, aporta seguridad y confianza, y es de los más

utilizados para habitaciones infantiles.



Junto al azul, destaca también el color verde, el color de la

naturaleza que también nos rodea, un color vital y tranquilizador, ayuda

a relajarnos y como el azul, reduce el estrés y la tensión, y nos da

seguridad y aumenta la confianza. Es ideal para relajarnos y

concentrarnos, por eso se usa mucho en instituciones docentes, y en

cuartos de estudio y bibliotecas.



Los colores negro y gris, son lo opuesto a la luz, la

oscuridad, el desconcierto, la noche, son colores aburridos y fríos que

no irradian sentimiento positivos. No obstante en la actualidad están

muy de moda ciertos tipos de gris, como los tonos "topo" o "garbanzo",

que están mezclados con beige, y son más calidos, más naturales y

perfectos para habitaciones infantiles, ayudan a crear un espacio

acogedor y tranquilo, ideal para el descanso y buen desarrollo del bebé.


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